viernes, 30 de noviembre de 2007

Pesca de picudos.


Por: Beto “Delfín” Fares

Eran las cinco de la mañana, despertando con el canto de los gallos, admirando una espectacular fantástica bóveda cósmica, con miles de estrellas brillantes cintilando, destacando un lucero azul, venus del amor, nos enviaba sus destellos, mientras una hechicera luna platinada colgaba como una plácida hamaca en el firmamento, los acapulqueños tenemos un regalo de dios en su prodigiosa naturaleza, es un privilegio vivir en un paraíso, un reino de la exhuberancia.

Recorriendo las veredas, con esos olores de arboles frutales, frondosos mangos, esbeltas palmas de cocotales, tamarindos, marañonas, guamuchis, papayos, almendros, guayabos, todo un huerto de sabores y aromas, es nuestro Acapulco del alma y el corazon.

Teníamos una cita con el destino, a la gran aventura de llegar al reino de los picudos, a la emocionante pesca del marlin y de los peces vela, reviviendo los paisajes de la trepidante novela de Ernest Hemingway, “El viejo y el mar”, donde un viejo pescador atrapa a un colosal marlin, por dias se enfrasca el viejo pescador con la poderosa y pesada bestia marina, un relato que nos pone la piel chinita, de una lucha titánica, donde la destreza del viejo pescador, logra la pesca del fenomenal marlin.

Ya daban las seis y media de la mañana, se nos ofrecía un sublime amanecer, con un cielo pintado por la mano de Dios, pinceladas de divinos colores engalanaban al cielo, matizado de rojos en diferentes tonos, naranjas, violetas, mientras el astro rey, con sus dardos dorados coronaba las montañas de Acapulco.
En el muelle el yate de pesca deportiva “Bluefin”, con su tripulación abordo nos esperaba, el joven lobo de mar capitán Lorenzo Esteban Hernández, perteneciente a la famosa dinastía del Capitan Blue, extraordinario pescador de la epoca de oro de Acapulco, inolvidable Chale Bello, recordabamos la hazaña del capitan Chale Bello, cuando con mi maestro de buceo ilario “Perro Largo” Martinez, cazaron una cornuda de más de seis metros de largo y un peso de una tonelada, en una épica aventura de la pesca acapulqueña, se consagraron como los héroes del día.

Gran alegría en mi corazón, ver en el yate “Bluefin”, a mis primos Capitan Furia Tino Olguín y a mi primer ídolo del buceo Carlos Garza, con otro formidable pescador de los lagos canadienses, visitante de Omemec, el canadiense enamorado de Acapulco, Tony de Luca, además los niños buzos, bisnietos del Perro Largo, Brando y Angel Tornez, también el cangrejito Ismael.

Levaron anclas y comenzamos a navegar por la segunda bahía mas grande del mundo, nuestra bahía de santa Lucía, sentía como brincaban los delfines, nosotros teníamos la buena fortuna, un refrán marinero nos cuenta lo siguiente, “cuando ves delfines en el mar, tendrás un buen viaje y un magnífico retorno”, los maravillosos delfines daban la nota alegre, aceleraban nuestro pulso las emociones, comenzaban las descargas de adrenalina.

El capitán Lorenzo Esteban Hernández, preparaba la carnada con pescados de lisa, con señuelos de calamares, con plumas, es todo un sagrado ritual, la preparacion de alistar las cañas de pescar, el yate de pesca “Bluefin”, navegaba en un mar de cristal, tirado, tranquilo, pronto los audaces y valientes pescadores entraban en acción, en plena bahía de Santa Lucía, ya Tony de Luca, Capitán Furia Tino Olguín y Carlos Garza, habían capturado a tres barriletes, nos habíamos quitado lo salado.
Habíamos dejado atrás la gran bocana de la bahia de Santa Lucia, nos dirigíamos a la línea azul, al reino donde habitan los picudos, con la esperanza de cobrar una enorme pieza, pasamos por la Isla de La Roqueta, que lucií como una gigantesca esmeralda, con su vegetación explotando de verde.

El capitán Lorenzo Esteban Hernández, con sus sólidos conocimientos, dirigía su nave donde había visto saltar a un pez vela, mientras nosotros, admirabamos a las tortugas, un par de ellas se adelantaron a la primavera y estaban copulando a pleno sol, vimos mas de once tortugas, aristocráticas gaviotas y poderosos pelícanos, caerle a un banco de peces, el cardumen era atacado por aire y por mar por los delfines y los atunes, buscando su fuente alimenticia, los depredadoresse daban un verdadero festín.

Faltaba una caña de instalar, la legendaria “matona” de Carlos Garza, el capitán Lorenzo Esteban, la preparó con su carnada, empezando a trabajar todas las cañas de pesca, así pasaron varios minutos de espera.
A las ocho de la mañana, la tripulación se puso muy atenta, la pesca es un trabajo de equipo, todos cooperan como el engranaje de un reloj suizo, los pescadores estaban muy atentos, al acercarse un pez vela desplegando su gran vela en la superficie azul, con su pico testereaba la carnada de lisa, este gran animal pez vela, es el pez mas rápido del mundo, se desplaza a una velocidad de ochenta kilometros por hora, así es que le dió la gran bocanada, el Capitán Furia Tino Olguín, hábilmente levantó la caña “la matona”, dejando pasar diez segundos y moviendo con destreza la caña, embuchacó al gran pez vela, comenzaba la lucha de la caceria del maravilloso picudo.

La caña “la matona”, fue pasada a manos del pescador canadiense Tony de Luca, que mostraba todas las emociones de la pesca grande, centimetro a centimetro acercaba al fuerte rival a la embarcacion, sus manos enrrollaban la cuerda al carrete, el fabuloso monstruo marino, de tres metros de envergadura, daba colosales saltos, tratando de desprenderse de su mortal trampa, un espectáculo de vibrantes emociones, cuando el pez vela estaba a dos metros de la lancha, asomó su gran cabeza, impactando a su valiente pescador Tony de Luca, acostumbrado a pescar animales de dos o tres kilos de peso, en sus lagos canadienses, en estos momentos vivía la hora de la verdad, estaba agotado, nosotros los animábamos y el sacaba fuerzas extras, así fué venciendo al gran pez vela.

Los estertores de la muerte, daban la señal de la agonía del formidable hermoso pez vela, su aleta dorsal una gran vela de color azul tornasol, brillaba con intensidad por última vez, estaba agonizando, habia dado una feroz batalla y la había perdido, Tony de Luca, cobraba un enorme pez vela, el capitán Lorenzo Esteban, se puso los guantes, jalando la línea, levantó al pez vela, con un garrote golpeó su cabeza y el pez vela palideció, había sucumbido con la cara al sol.

Festejamos con un sabroso mezcal guerrerense, obsequiado por mi primo capitán Furia Tino Olguín, al ingerirlo sentía un fogonazo en el esófago y que me quemaba el estómago, el canadiense estaba feliz de la vida, sentía en su corazón la calidad y la calidez de los acapulqueños, cobijado con el cariño del tropical Acapulco.

Vimos a un gran crucero en alta mar, el “Norwegian Star”, navegaba rumbo a la bahia de Santa Lucía, acompañado en la proa por los alegres delfines, asi como la llegada de la regata de veleros de Zihuatanejo a nuestro puerto acapulqueño, vivimos un dia perfecto de pesca, se nutrieron los espíritus, tuvimos la energia de paz, encontramos la tranquilidad, Acapulco es el lugar mas hermoso del mundo.

Satisfecho de notar a las familias acapulqueñas unidas, de otorgar un excelente servicio a los extranjeros, con la primera regla de oro, tratar al turista como un rey, mejor que en su casa, gracias por entregarme su amistad, ese es mi tesoro mas preciado.

Saludos a la capital de todas las galaxias y ombligo del mundo, San Jerónimo de Juárez, saludos al rey del mambo, salsa y cha cha chá, primazo Celestino Soberanis, disfute del mejor café, en Café Wadi, preparado por Said Gurayeb.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Tabasco

Las torrenciales lluvias cayeron estrepitosamente en Tabasco, provocando escenas desgarradoras, cientos de miles de damnificados, nuestros hermanos tabasqueños, hundidos en el dolor de haber perdido todo, los mexicanos debemos unirnos en una respuesta inmediata, enviarles pronta ayuda, salvarlos de su difícil situación, cooperando con lo que se pueda, en lo que nuestros hermanos tabasqueños estén solicitando urgentemente, ver de nuevo levantados a nuestros hermanos tabasqueños, todos los mexicanos solidarizados en la voluntad de auxilio, necesitamos esforzarnos y cumplirles, están viviendo una tragedia de dimensiones gigantescas.

Nuestras acciones, deben estar dirigidas a resolver el problema con inteligencia, enviando nuestra ayuda y que las redes de distribución, sean eficaces para que lleguen a los que mas la necesiten, nuestros hermanos tabasqueños, deben de saber que no están solos, cada uno de nuestros hermanos mexicanos, esta dispuesto a brindar su ayuda, vamos a tenderle la mano fraterna, Tabasco emergerá y seguiré siendo un Edén.

Esa situación de desaliento, con sus casas, ganado, cosechas, carreteras, pertenencias de cualquier índole hundidas en el agua, familias completas encima de los techos de sus casas, pidiendo auxilio, ancianos, niños, mujeres y hombres, en la desesperación de no encontrar alimentos, agua potable que tomar, medicamentos para sus enfermedades, es una vorágine de intenso dolor, nuestros hermanos tabasqueños, sufriendo el peor desastre de su historia, necesitamos concientizarnos, en la cultura de ayudar, nos han presentado varias formas, una de ellas llevando latas de alimentos no perecederas, agua potable, medicinas con fechas de no caducidad, cloro, a los diferentes centros de acopio, como la cruz roja, así como varias cuentas bancarias para depositar dinero, toda ayuda es bienvenida, como decimos cooperando aunque sea con un granito de arena, nuestros hermanos tabasqueños están al borde de la desesperación, vamos hermanos mexicanos, ayudemos.

Con la llegada de corrientes de aguas frías, se han aparecido las molestas malaguas azules, medusas que al contactar la piel, producen dolor y las sustancias que sueltan, son químicos urticantes, así es que vamos preparados con botellas de vinagre, el vinagre tiene la cualidad de quitarnos esas molestias.

El veloz cayuco “La Nieta del Titanic”, avanza por la gloriosa bahía de Santa Lucía, deja atrás a la Piedra del Elefante, cruzamos la Ensenada de los Presos, Punta Grifo, se notan espectaculares los escarpados cerros, las furiosas olas los golpean incesantemente, creando maravillosos cuerpos de espuma blanca, las aves marinas nos acompañan, en nutridas parvadas agitando frenéticamente sus blancas alas, revoloteando por la cabeza de los buzos, quienes les están dando de comer sardinas, estamos viviendo un escenario muy marinero.

Ya estamos navegando el canal de la Boca Chica, damos la vuelta a la Ensenada del Diablo, se ve imponente nuestra famosa Quebrada, donde los hombres águilas, en valientes clavados, le han dado fama mundial a esos excitantes riscos.
Estamos cerca de una de las playas mas bonitas de Acapulco, con sus piedras en diamante negro, que son de origen volcánico, allí lanzamos el ancla, en un macizo rocoso, formando un ríspido rompiente crujiente.

Los buzos guerrerenses limpiamos los visores con la hoja del almendro, nos colocamos nuestros equipos y nos fuimos en vueltas de campana, a una fascinante nueva aventura submarina, nos encontramos con un agua fría, con buena visibilidad, descendimos a asegurar el ancla del cabo de proa, aleteamos por una pared repleta de corales, callos margarita y sobre el lecho arenoso, veíamos varios callos de hacha, un extenso pedregal plagado de vida submarina, gran cantidad de peces de ornato, con sus brillantes escamas, como los peces payaso, los codiciados peces loro, que salían en estampida al escuchar los ruidos de las burbujas, dos tiburones sierra, reposaban tranquilamente acostados en la arena, nos acercamos a la par de estos hermosos tiburones, median como tres metros y medio.

Varias piedras negras formaban una profunda garganta, de su gran boca, sobresalían las largas antenas de una docena de langostas, al acercarnos los buzos, las langostas reculaban, se metieron al hoyo negro y ya no las pudimos ver.
Los pulpos se metían presurosos a sus guaridas, andaba suelta reptando una enorme morena, con mas de dos metros de longitud, la fiera morena buscaba a sus alimentos preferidos, las langostas y los pulpos, con quienes sostiene peleas mortales, algunas veces ganan los pulpos y en otras ocasiones son vencedoras las morenas, cada uno de estos aguerridos luchadores, utilizando la estrategia que les dé la victoria, los pulpos y las morenas, sostienen duelos intensos en su lucha de vencer o morir y el cual el perdedor será el alimento del triunfador.

Nos sorprende la presencia de dos tortugas, macho y hembra en pleno acoplamiento, la hembra es mas grande y así sostiene al macho arriba de su caparazón, ya que estos animales son anfibios, tienen la necesidad de respirar aire de la superficie, así es que esta pareja de tortugas estaban en pleno sexo, a ver si no me sale una perrilla en el ojo, por andar de curioso.

En este arrecife cercano a Playa Mimosa, se desborda la vida de fauna y de flora, desfilaron las barracudas, los cocineros, las palometas, dos veloces medregales, peces sargento, ídolos moros, en fin una gran variedad de animales, a los que tuvimos la fortuna de admirar e interactuar en su medio natural.

Realicé una visita a nuestra amada y milagrosa Reina de los Mares, elevando oraciones por todos nuestros hermanos tabasqueños y por mi hermano Raulito Galeana Luna, a quien acaban de operarle el corazón en la ciudad de México, esperando pronto recupere su salud, te envío mis oraciones hermano Raúl Galeana.
Saludos al Valle de los Dioses, hermosísimo San Jerónimo de Juárez, saludos a mi primo celestino Soberanis, águila americanista celebrando el triunfo sobre las adoradas chivas, con un baile en todo San Luis e inscribirse con los hermanos Galindo, va a concursar en el baile internacional sustituyendo a Latin Lover, aaaaarrooooozzzzz.

Los famosos artistas de la novela Pasión, van a tomar en café Wadi, el ardiente líquido mágico preparado por mi primo Said Gurayeb, hemos saludado a Fernando Colunga, la guapísima Suzana González y a todo su famoso elenco.